Aunque suene raro, este año empecé los entrenos con un dorsal puesto. Y es que sin entrenar nadita, me planté en Moaña para la primera carrereta del Galicia Máxica de este 2013. La verdad es que en vista de mi estado de salud las últimas semanas (mega-acatarrado), y de la baja forma del momento actual, no iba a ir; pero en parte por no perder la pasta de la inscripción, y en parte por saludar a colegas y conocidos, me acerqué a ver que pasaba.
¿Y qué pasó? Pues lo habitual en esta prueba: masificación en la salida, salida algo caótica hacia el paseo, vuelta long-play por la playa para estirar al grupo (con sorpresita typical Moutinho), atascos en las primeras estrecheces (había un trocito nuevo), resbalones en las arenas movedizas y las pasarelas, caídas y compañerismo, largas filas indias hasta llegar a la zona alta, caminata por los cortalumes, bajada a chuzo de las antenas, y regreso por la ruta de senderismo. Ah, todo ello adornado con muchos charcos y barrizales, para hacerlo más interesante. Este sería un breve resumen.
En mi caso salí con la única intención de acabar, sin forzar y regulando mucho, pues sé que no estoy para tirar cohetes; de hecho, en los cortafuegos me adelantó hasta el apuntador, y yo me dejé estar. Y en el descenso, que normalmente es lo mío, fui tranquilo para no caerme ni fundir en el falso-llano de bajada del final. Al final un tiempo de 2:08:10 para unos 750Da+ en 18.5km aprox. Mucho peor que el año pasado (aunque el circuito era algo distinto al principio), como era de esperar, pero sin tomar riesgos, sin tener dolores ni sufrir, y pasándolo bien. Así que con este día de monte damos por inaugurado este pantano… digo esta temporada.
Fotos: desconozco el autor, pero proceden de GMTA, hechas públicas en CeG.