Aunque le hayan puesto un nombre muy moderno, en realidad esto del free-running viene a ser una quedada, un entreno conjunto. El de esta ocasión fue en el Galiñeiro y estuvo «organizado» por el club Desnivel Positivo.
Y en la anteriror frase he puesto el verbo entre comillas porque organizado, lo que se dice organizado, no estaba. Dijeron que «es necesario inscribirse previamente, para tener un control de las personas asistentes», pero mucho control no hubo; y que «habrá personas del Club que velarán por el buen discurrir del evento y guiarán al grupo, o grupos, dependiendo los niveles», pero no se cumplió muy bien esa función.
El caso es que el domingo por la morning nos juntamos en el área recreativa del Galiñeiro una buena tropa para el entreno y la andaina paralela. El día estaba lluvioso y con niebla, pero tampoco estaba mal para correr, pues no hacía frío.
Salimos directos hacia las escuelas de escalada, en fila india por lo estrecho y empinado del camino. Al llegar arriba hicimos el cresteo por la roca mojada, algo resbaladiza por zonas. Con las primeras bajadas la cosa se estiró y se hicieron varias grupetas. Pero al llegar a un cruce en una pista ancha, encontramos a gente parada porque no sabía para dónde ir; nos detuvimos también y hablamos, pero no había nadie de la organización, ni nadie sabía el recorrido. ¿Había que subir a la caseta, o había que seguir el sendero, o se iría al Aloia por otro recorrido, o…? Al grupo cabecero lo habíamos perdido de vista, pero por detrás venía mucha más gente (incluyendo al gran Carlos Sá), así que decidimos desandar un tramito, esperando a que nos cogieran los que venían más rezagados. Pero por allí no apareció nadie.
Como no daban bajado, pensamos que habrían ido hacia la caseta forestal, y allí nos dirigimos. Desde arriba vimos que había gente yendo por distintos sitios. Nos entran dudas. Además, nos cruzamos con varios grupos en mtb y nos comentan que por la ruta de senderismo no había nadie corriendo, pero es el único sitio por el que se nos ocurre ir. Así que tiramos por el PR con la idea de ver qué pasa, y retornar al merendero si en un rato no encontramos a nadie. Éramos casi 40 personas, e intentando no perdernos de vista, fuimos avanzando hasta que encontramos a Pedro Igor que nos comenta que el resto están ya en el Aloia, y así era, pues nos los encontramos ya regresando. Situación solucionada, aunque no moló mucho estar casi media hora perdidos, y no poder realizar el recorrido completo, así que sólo quedaba regresar trotando y de charleta con amiguetes de las carreras.
En resumen, aunque bastante mejorable, estuvo bien compartir un entreno con gente tanto del norte como del sur del Miño, y poder matar el cuerpo una mañana más (2h50min, 850Da+, y ¿16 o 17km?).
Fotos de DesnivelPositivo tomadas del foro CeG.