Tilenus Xtreme (o casi)

Tras los incendios que arrasaron la zona se dudó si celebrar o no la Tilenus Xtreme. La decisión final fue suspender la prueba de BTT y la versión «corta» del trail, y mantener la larga haciendo cambios en el recorrido, aprovechando la cita como una reivindicación en defensa del monte.

Esos días de incertidumbre me desanimaron bastante. Me fastidiaba ir a correr a una zona devastada, ya que ni se disfruta de la naturaleza y el paisaje, ni es saludable (todavía recuerdo el Campeonato Ibérico de Raids tras los incendios del 2006); y además tampoco sabía si el recorrido nuevo valdría la pena. El caso es que las semanas previas bajó mucho la motivación y el entrenamiento, y hasta última hora no tuve claro si ir o no. Pero el vicio es el vicio…

Así, el viernes me levanto a las 7, rutina diaria casa-curre-comida, preparo mochilas, y sin siesta ni nada, a las 17:30 salgo para Castrocontrigo; por cierto, al abandonar la A52 me empieza a fallar el coche, pero consigo llegar al pueblo a las 21:15 (al volver casi tengo que llamar a la grúa). Todavía no reparten dorsales, así que ceno y charlo un rato con un conocido de Marín. A las 23 dan la bolsa del corredor, nos vestimos, pillamos el material obligatorio, y a la salida.

Con un ambientazo muy trailero, a las 0:00 se da la salida. Primeros metros por asfalto, un par de kilómetros por caminos entre fincas, y llegan las primeras pistas por monte picando para arriba. Cuando giro la cabeza a los lados el haz del frontal muestra troncos carbonizados y un suelo cenizo sin vegetación. ¡Qué peniña! A lo tonto, un par de tramos empinados, algunas pistas más, y primer avituallamiento.

Continúo alternando pistas y cortafuegos sube-baja bastante empinados, con mucha piedra pequeña suelta, y una vegetación un poco cabrona (no deja ver, rasca, dificulta el movimiento). Voy concentrado en no malgastar y en pisar bien… y segundo avituallamiento-CP1.

Ahora toca subir, bajar un rato, y afrontar la subida al Teleno. Algunos tramos tienen bastante pendiente, así que con calma, aprovecho los bastones, y disfruto de la estupenda noche que salió: buena temperatura, poco viento en la cumbre, cielo despejado y estrellado. CP2 y avituallamiento cerca de la cumbre y enfilamos una larga bajada por un carrilillo jodón. En este tramo el balizado fue deficiente: pocas cintas, las luces químicas se caían, los desvíos no estaban claros, etc. Como mucha gente, yo también dudo y me tengo que parar varias veces e ir para atrás, e incluso llegué a salirme del recorrido, aunque no palmé casi nada y pude reintegrarme fácilmente.

Un tramo de unos 4km de asfalto nos llevó a Corporales (km 49 o 51, no sé): avituallamiento, CP3 y mochila de asistencia. Aprovecho para parar un ratito, comer y beber bien, cambiar calcetines, guardar el frontal, y demás cosillas. Justo cuando salgo llega GS, con el que compartí las primeras horas de carrera. Saludo y salgo. Ya terminó de amanecer, y la luz anima, pero vuelta a subir, fácil, pero subir. Cojo a unos simpáticos leoneses y voy con ellos un rato, pero cuando se corona y empieza el nuevo descenso llegan por detrás un grupo que va más rápido, y aprovecho para engancharme. Cuando llega el llano, y el sube-baja, pillamos un ritmillo de crucero, y a las 10:00 ya estábamos en el siguiente avituallamiento-CP4.

Con esos compis, de Portugal, hago el siguiente tramo de subida larga y rápida bajada hasta el avituallamiento-CP (el mismo que el 2º), y después… ¡uffff!, ¡lo que ahí hay! Cortafuegos para abajo, y cortafuegotes parar arriba: empinado, roto, duro, eterno. Por si no llegaba, bajada, y pista y pista ganando metros otra vez. Tranquilos, aún hay más: nos esperaba una bajada muy rota, larga, con grandes surcos, pedrolos y arbustos al principio, y más fácil y pistera al final. Aquí uno de los portugueses aceleró y otros dos quedaron atrás.

Las piernas ya iban calentitas… ¿Qué digo las piernas? Estaba hirviendo enterito. Ya llevaba un rato apretando el sol, hacía mucho calor, el terreno estaba seco y polvoriento, no me quedaba líquido, y el siguiente avituallamiento no llegaba. Íbamos todos medio deshidratados cuando apareció el último CP6. ¡Mimá, casi les acabo con el Aquarius! Me dicen que voy entre los 20 primeros, así que prosigo motivado sin importarme que quede un último subidote: hay que caminar y gestionar las fuerzas que quedan. Después «sólo» queda deshacer los tramos iniciales, casi siempre picando hacia abajo y con algún llano, aunque a estas alturas todo se hace duro. Cuando vuelvo a los tramos entre fincas el cuerpo me pide caminar y trotar suave pensando ya sólo en acabar.

Y así fue: 16:08:40, unos 100/105km (no sé si más o menos), 4250mDa+, lo pasé bien, no hubo lesiones, y llegué a meta mejor de lo esperado (sin amagos de crisis o de calambres en toda la carrera); recorrido muy duro y bonito paisaje, aunque lamentablemente triste en las zonas inicial/final.

Los servicios al corredor estuvieron bien y el trato de los voluntarios fue bueno, aunque también le daría algún tirón de orejas a la organización: por el control del material obligatorio (unos cumplimos y otros hacen lo que quieren), por las hogueras que se hicieron en el Teleno, y por el marcaje del recorrido (hubiésemos hecho mejor tiempo, y habría menor riesgo de problemas).


Fotos tomadas de web Tilenus y blog Arroyo Santana.

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