Paseos y agridulce GMTA’12 #3: KV do Courel

Este fin de semana anduvimos de paseo. Aprovechando que nos acercábamos al Courel y que, además de tiempo, teníamos pendiente un bono para una casa de turismo rural, RL y yo nos fuimos a dar una vuelta por la provincia de Lugo.

El viernes y la mañana del sábado estuvimos en el sur de la Terra Chá. Visitamos Vilalba, y nos alojamos en la habitación Gaudí del bonito Pazo de Verdes, a unos 500m de la interesante Laguna de Cospeito, por cuyas rutas dimos unos tranquilos paseos mañaneros.

El sábado por la tarde, previa comida en Sarria, nos fuimos a Folgoso do Courel, para la 3ª prueba del GMTA, aunque podíamos haber dejado la recogida del chip para el día siguiente, pues no hicimos mucho allí, y por la charla técnica no valió mucho la pena esperar, la verdad. Además a mi me cogió el frío, como pude comprobar cuando bajamos a dormir al albergue de Quiroga (menudo contraste con la noche anterior), y empezó a dolerme la garganta y la barriga.

Al día siguiente volvimos a Folgoso ya para la carrera. Era la primera vez que se disputaba un kilómetro vertical en Galicia, y la mayor parte de los que allí estábamos éramos novatos en el asunto. Y además el recorrido asustaba, pues la parte que se veía desde abajo parecía muy dura. Y el Pía Paxaro se veía muy alto: sólo a 4.5km de distancia, pero 1000m más arriba.

Yo no las tenía todas conmigo: no me encontraba bien, subir no es lo mío (más bien lo contrario), no conocía el recorrido,… Vamos, que no sabía qué hacer. Al final decidi ir con bastones y salir muy despacio y reservón (para asegurarme de no petar).

Cuando llegó mi hora de salida, pues era individual en plan contrarreloj, salí tranqui y dispuesto a caminar cuando la cosa se pusiera brava… lo que pasó en breve. El tramo inicial era muy empinado, con trozos de pizarra en el suelo, y zonas húmedas y resbaladizas. Me lo tomé con calma. La siguiente zona era en una sucesión cortafuegos-pista-cortafuegos, en la que se podía trotar y por momentos correr, pero yo seguía reservando. Después se subía otro cortafuegos, una bajada de 100m (la única que había), y otro cortafuegos recto que te llevaba… ¡hasta el Pía Paxaro! Fue cuando me di cuenta de que esto se acababa y yo aún no había «forzado». Así, apreté un poco más en ese tramo final, pero la reacción ya llegaba tarde: fin del cortafuegos, unos metros rápidos, y ya se coronaba.

Mientras bajaba, corriendo, obviamente, tenía una sensación extraña. No sabía si estar triste por no haberme vaciado y por haber hecho un mal tiempo, o contento por acabar sin ningún problema y tirando con fuerzas los últimos metros (no iba «sobrado», pero por la tarde no estaba ni cansado, y el lunes entrené con normalidad). El caso es que hice 1:03:23, y podía haber hecho mucho menos.

En cuanto a la organizaçao, sigue siendo buena (circuito bien marcado, innovación en el cronometraje, merendola final,…), pero cada vez parecen menos serios: anunciaron varias cosas que después no hubo (pantalla de tiempos en la salida, sorteo de regalos,…), publicaron una lista de salidas que después se cambió, y alguna otra cosilla que se podría objetar.





Fotos: álbumes y web de GMTA y de Marco Nair.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: