Runmería II: as cabezas de Armenteira

Unos meses después de la primera RUNMERÍA (la de Amil), y tras unos días haciendo senderismo en el Xurés, esta semana he visitado una de las fiestas religiosas más multitudinarias de esta zona: la de la Virgen de las Cabezas de Armenteira.

Esta romería se celebra todos los lunes de Pascua en el Monasterio de Armenteira (Meis), situado en las laderas del monte Castrove, y a ella acuden unos 20000 fieles/no-tan-fieles (1000 según el gobierno), muchos de ellos caminando desde distintos pueblos por la carretera, por el monte, y por las rutas marcadas en el entorno del monasterio (que algún día reseñaré). Y, como no, yo fui uno más de los que corrió a expresar su «devoción».

Quería llegar allí sobre las 12, pues había quedado con gente, así que no salí muy temprano de casa. Calenté bajando por Pontevedra hacia la junquera de Alba. Ahí ya cogí caminos para ir hasta Campañó por San Cayetano (en la carretera de Vilagarcía).

Lo planeado era coger en el hipódromo la pista ancha que sube directa, y así hice, pero cuando llevaba un rato me aburrí, o me agobié por llevar el sol en la chepa, y tiré por un cortafuegos que sube recto y a chuzo (obviamente, ahí tocó caminar unos minutos). Éste me dejó en el CF-102 que rodea el monte Castrove, vuelta a correr, y en un ratito de pista más llegué a las conocidas en esta zona como antenas de la Escusa… ¡mis favoritas!

Desde allí casi todo era ya descender y llanear. Quedaba bajar hacia el CF, tirar hacia el curro, después bordear el campo de golf, y ir buscando la pista del petoglifo, y enfilar ya hacia el monasterio. En este último tramo se encuentra el cruceiro que recuerda la leyenda de San Ero, que habla de la belleza del lugar (para quien gusta del monte, claro).

En las zonas cercanas ya iba encontrándome gente, y eso que pillaba casi siempre caminos y no pistas, pero cuando llegué a las proximidades del monasterio flipé: ¡qué de peña! No sólo no se podía correr, sino casi ni caminar. Me puse en modo turisteo, y tuve que hacer los últimos 300m apretujado entre la gente (aquello parecían las rebajas), hasta que pude cumplir el ritual, tocar la pared y dejar «mi ofrenda».

No tengo perfil ni datos fiables porque hace unos días rompí el reloj (sniff; tendré que comprar otro), pero fueron aproximadamente unos 23km y unos 600Da+, tardé 2:18:50, casi todo monte, hizo buen día, y me lo pasé bien, así que contento.

Después, paseo en compañía por los puestos. Destacaría los típicos: los de exvotos, los de oficios,… y los de comida (había pan y empanadas, dulces, embutidos y quesos, pulpeiras, rosquilleiras, etc.), en los que algo cayó, claro; eso sí, no me gustó que ocasiones aquello parecía una feria, perdiendo parte del interés y valor tradicional.


Foto mosteiro tomada de Sobre Galicia.

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