La fundición: consecuencias

No ha habido novedades por aquí porque este último mes no ha sido muy «deportivo».

En el GTSD’Arga no tuve buenas sensaciones y acabé con mal cuerpo o, mejor dicho, medio tocado,… fundido vamos. Así que decidí descansar una semanita, pero cuando otra semana después salí un par de veces para rodar antes de la Media Maratón de Pontevedra, comprobé que estaba muy flojeras, y me entraron dudas de si salir el domingo en la media o no.

Pero me jodía no participar, entre otras cosas porque es la carrera de mi ciudad (incluso el recorrido pasa por delante de mi casa… ¡no tenía ni que coger coche!). Así que decido salir a probar, sin ambiciones, tomándolo como un entreno fuerte. Con tanta tranquilidad me lo tomé, que salí del portal cuando quedaban 4min para la salida.

Había mucha gente, así que me pongo por la mitad mientras saludo a algunos conocidos. Los primeros kilómetros voy por atrás, a modo de calentamiento. Cuando llegamos al campus intento apretar algo, pero pronto me doy cuenta de que no hay piernas. Callejeamos por el centro, vamos al casco antiguo, y al volver al río completamos los 10km. Me gustaría subir algo el ritmo, pero al revés, voy a menos. Está claro que los cuádriceps me los dejé en Caminha, por lo que no queda otra que aguantar y llegar como sea a la meta en el tartán. Al final 1:35:00 para los 21.1km (sin apenas desnivel), y me doy con un canto en los dientes. Que poco me gusta el asfalto.

En vista de las sensaciones, y coincidiendo con algún asuntillo personal, vuelvo a parar unos días voluntariamente, para coger fuerzas para los retos previstos para este final de año. Lo que no imaginaba es que el primer día que saliese, en este caso con la mtb, una caída tonta me iba a dejar parado de verdad. Ella lesionada en cambio, puntera, cadena y cassette; yo con la pierna derecha hinchada, rodilla inflamada, moratones y costras varias,… y 20 días sin poder hacer nada (los primeros días casi ni caminar).

Pero bueno, ayer volví a trotar. Ya no duele, pero mi estado físico es bastante malo. Es increíble como en poco más de un mes se puede perder tanto (o ganar, porque engordé más de 5kg), pues las impresiones eran malas y los números peores (aunque ritmos y tiempos nunca me han preocupado mucho). Ahora toca volver a coger sensaciones poco a poco… y disfrutar.


Fotos tomadas de Alexha Photo y no-sé-más (disculpas al autor/a).

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