Aunque no me gusta nada correr por asfalto, últimamente lo estoy haciendo bastante (de hecho ya lo noto en las piernas). Es más, el último mes fue casi íntegro de deporte urbano: no toqué apenas el monte corriendo, y sólo hubo algo de btt. Y no es normal ya que ese es «mi medio». Ahora que lo pienso, también me doy cuenta de que últimamente corro más que ando en bici, o al menos hablo/escribo más de ello, cuando claramente soy ciclista, no corredor: así fue, es y será, siempre… por los siglos de los siglos, amen.
Lo cierto es que estas semanas, influenciado por un par de cosillas, he estado de «populares»: Meaño, Grove, Moraña, Pinga, Lestrove, Vigo,… y ayer la Media maratón Serviocio de Pontevedra. Ya que pasaba por casa… ¡había que ir!
La carrera estuvo muy bien organizada por la Gimnástica y el IMD, que cuidaron mucho los detalles (y eso que me consta que algunas cosas no salieron según lo previsto). El recorrido era el mismo que el del año pasado, y discurre por toda la ciudad (paseo del río, Campus universitario, otra vez el río, zona centro, Campolongo, casco antiguo,…, y final en el estadio). Es bastante bonito, y desde luego más chulo y llevadero que el viejo Monteporreiro-Escuela Naval de Marín-estadio de Pontevedra.
Así no me extrañó que se juntase un buen pelotón en la salida: unas 1200 personas a las que no acompañó mucho el tiempo, ya que a la intermitente lluvia se sumó un viento cabroncete que en algunos tramos era inevitable llevar de frente. De hecho, creo que la metereología fue la que impidió que mucha gente hiciese MMP como tenían pensado. Aunque para compensar, siempre quedan buenas sensaciones como: superar un día duro, correr con conocidos, recorrer los últimos metros por el tartán (que hace ilusión, ¿no?), etc.
Eso sí, la climatología no afecta a los galgos, que van como balas (los pros y el resto); sólo nos afecta a los globeros como yo, que fui todo el rato incómodo por sentir frío en el vientre, sobre todo cuando daba «la brisilla». Corrí más lento de lo esperado la primera vuelta, y en la segunda no pené tanto, pero ya no pude evitar irme a la hora 39 minutos. Más tiempo de lo esperado, pero bueno, así ya tengo reto para la próxima.
Otro aliciente de esta carrerilla fue el correr como local, escuchando que mucha gente te conoce y te anima (había bastante público aguantando los chaparrones… ¡hasta estaba mi señora madre!), y también el compartirla con muchos/as colegas, entre muchos otros: JC como una moto aunque no entrenase mucho, JF que al final iba más justillo, RD que al final me dejó de rueda, y… los dos cracks JN y MR, que acabaron con buena marca su primera media maratón (e iban sobraos, ¡enhorabuena!).
Fotos: web de Sociedad Gimnástica Pontevedra, y foro CenG.
Coincido con lo de la organización. Podían aprender los de Vigo+11.