Suena raro por las fechas en que estamos, pero el pasado fin de semana se inició la edición 2012 del Galicia Máxica Trail Adventure. Las novedades son un par de pruebas más en el circuito, una mayor variedad (nocturna, km vertical, ultra), y algunos cambios organizativos: nueva web, nuevos precios (¡chicos, que estamos en crisis!), parecido sistema de puntuación,… La pasada edición estuvo bien, aunque había cosas mejorables; veremos que nos depara a lo largo de este año.
La primera prueba fue nuevamente el trail Río da Fraga, en Moaña. En la línea de salida más de 400 personas, demasiadas para un circuito como este, en el que se forman embudos al principio, y que resbala bastante (más todavía cuando el terreno se ablanda por las pisadas). Los organizadores decidieron hacer un pequeño cambio: ir primero hacia la playa y el parque, sólo unos 200m, para que el pelotón se estirase algo antes de entrar en el camino del río. Un poco improvisado y algo inseguro, pasando incluso entre coches aparcados, pero funcionó.
La parte inicial del recorrido sigue el curso del río, primero por el paseo y luego por el sendero. Estaba muy bonito, con los molinos, los puentes y pasarelas de madera, las hojas caídas húmedas,… Cruamos el río varias veces, y ganábamos metros entre vegetación más espesa, hasta llegar a una zona más pistera, todo ello a un ritmo controlado, condicionado por el grupo. Al poco venía lo duro, un cortafuegos, bajada por pista, y otro cortafuegos más. No eran muy largos, pero si empinados, por lo que me los tomé con relativa calma. Después un terreno baja-sube, más llevadero de pendiente pero por tojos y resbaladizas piedras, con las antenas de Domayo ya a la vista. Esta vez les entramos por otro lado, directos hacia las escaleras.
Arriba de todo un avituallamiento, y empieza la bajada, prácticamente igual a la de la edición anterior: unos metros por una pista empinada, dos o tres cortafuegos a chuzo para abajo, en los que adelanto a mucha gente, y vuelta a uno de los senderos señalizados de la zona. Algunos trozos de esta primera mitad de bajada estaban algo rotos, y en las zonas tupidas el musgo, las piedras y las raíces obligaban a ir con ojo, pero estaba muy divertido.
Los últimos kilómetros no eran para mí: repetían el trazado del principio pero en sentido inverso, es decir, eran casi llanos, y la gente de zancada larga y ritmo alto me comía terreno. Además, cansado como iba, e intentando asegurar y no caer, me limité a procurar llegar a meta manteniendo el tipo. Conclusión: unos 17.5 o 18km, 750Da+, y 1:46 (y además contento porque pudo venir mi compañero de fatigas NU, que entró un momentito después). No podemos quejarnos, porque mientras estirábamos y charlábamos con los muchos conocidos en la zona de meta, aquello parecía el rosario de la aurora: cortes y contusiones múltiples (JD fue uno de los afectados), torceduras, hasta dientes rotos,… Parece que la ausencia de grip causó múltiples daños, aunque no impidió que nadie disfrutara del posterior arrocito.
Fotos: álbumes de Blas Rodríguez y de GMTA.