GMTA: Subida al Pindo (4/5)

La zona del Pindo se presta, ya que este Olimpo celta que tenemos en Galicia es una pasada; la organización sabe buscar bien los trazados, como ya ha demostrado; y la playa está ahí al lado, con el juego que puede dar antes-durante-después de la carrera. Conjugando estos tres factores, estaba claro que esta cuarta prueba del circuito GMTA iba a molar… ¡pero no pensé que tanto!

Disfruté como un enano en todo el recorrido. Éste venía a tener dos partes diferenciadas. La primera arrancaba con una vuelta por la playita para calentar las piernas y estirar un poco al pelotón; después un sendero con piedras en subida, muy bonito, pero en el que era muy difícil adelantar, pues obligaba a la fila india; a continuación una zona de esas de ni pa’ti ni pa’mi, hasta llegar a una subida por una vaguada que lleva hacia la cumbre, en la que íbamos ganando metros por grandes rocas en las que había que saltar, trepar,… agarrarse con las uñas, etc. (en un momento de la subida, hasta vi a un tío desparecer por un hueco).

La segunda parte era de bajada, corrible y rápida, pero con mucha curva y piedra, donde adelanté a mucha gente (con ojo, pero a veces arriesgando un poquillo). Al final se bajaba un trozo del senderito inicial, y llegabas otra vez al pueblo. Pero no directamente, claro. Antes había que volver a dar la vuelta por la playita, sólo que ahora la arena ya jodía un poquito más, y la marea estaba subiendo, así que tocaba mojarse para superar las rocas. De hecho, cuando pasaban los últimos corredores tenían que meterse hasta la cintura, sino atajaban unos metritos antes, claro.

Yo prefiero las carreras largas, y esta que fue tan corta, 12/13km, y la que tenía menos desnivel positivo (600m), me salió relativamente bien, y acabé en poco más de 1:30 (saliendo con los de atrás, como siempre). Supongo que porque el terreno roto y tirando a técnico me gusta y me favorece, y también porque ya estaba en vías de solución el problema del pie. A RL le costó un poco más, pero llegó bien, y sin hacerse daño, cosa que no era tan fácil en esta prueba (hubo bastante gente tocada de tobillos y demás).

Aunque no nos pudimos quedar a la sardiñada y demás actividades nocturas, la visita matutina a Carnota, la carrera en el Pindo, y la parada en las fiestas de Muros, hicieron que fuese un buen día.



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