GMTA: Arenteiro a Carballiño (2/5)

Segunda prueba del GMTA, esta vez en la provinvia de Ourense, y con un recorrido lineal. Y esta engañó; o al menos a mí se me hizo muy dura (también reconozco que fui en unas condiciones de salud un poco chunguillas). La propuesta a priori no parecía muy exigente: desde Pazos de Arenteiro a Carballiño, siguiendo el cauce del Arenteiro, y creo que el del Avia, durante unos 14km, que en el briefing nos dijeron que se habían transformado en 16, y al final en 17 y pico (véase Misterios sin resolver).

Nos desplazaron en autobuses desde Carballiño hasta Pazos de Arenteiro (por cierto, pueblecillo chulo para acercarse a pasear por su arquitectura y naturaleza), donde tuvimos que esperar a que se diera la salida. O debería haber dicho desesperar, porque estuvimos allí mogollón de tiempo, quietos, chupando frío, y sin ropa a mayores, esperando un buen rato a… ¿no sé a qué?

Cuando se dio la salida me coloqué en la parte posterior, y entre la callejuela inicial y unas escaleras estrechas en una finca que había que pasar a los pocos metros, se formó un tremendo embudo que ralentizó mucho el tema y nos dejó descolgados a los de atrás. ¡Adios podium! (modo ironic on).

Los kilómetros iniciales fueron por senderos, en ligera subida y después en bajada, hasta llegar a un paso muy original: un puente semiderruído. A partir de ahí, el grueso de la carrera fue un sube y baja continuo, por pistas anchas básicamente y algún sendero, que nos llevaba de la parte alta del valle hacia el cauce del río, para volver a subir, y a bajar, y subir… Fue un trozo bastante rompepiernas. La parte final fue más asequible: teníamos que acercarnos a Carballiño por senderos, paseos, y la zona de rocas y pasarelas que está en el río, hasta que ya junto el parque y los chalets nos esperaba un último kilómetro urbano que para los que iban tocados, como es el caso, se hizo interminable.


Al acabar, unos minutos por encima de las 2h y demasiado tocado para los 750mD+, tenía fiebre y hambre, así que sólo pensaba en dos cosas: medicamentos y empanada. Ambos los «degusté», sin poder tragarlos muy bien, mientras esperaba que llegase mi RL que también acabó dignamente la carrera.

Me gustó la zona, y no está lejos, así que habrá que ir a dar algún rule por ahí de vez en cuando. Y hay que reconocer que cosas como la salida entre pazos de piedra, el esperado paso del puente, o la recta de meta hasta la Plaza del Concello, le dieron un aire diferente a la carrera.



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