Primera vez que nos ponemos un dorsal este año, y en una prueba que mola: el Cross y Canicross de Boborás (Ourense). Ya había estado aquí el año pasado y me había gustado el ambiente, de ahí que tuviese ganas de volver.
Recordaba el circuito más duro y más largo, y además me encontraba algo cansado, por lo que fui tirando a reservón. Pero cuando me quise dar cuenta, ya estábamos junto a las torretas eléctricas que avisan del final de la subida y la llegada al último kilómetro, así que el asunto se acabó antes de lo previsto: unos 7.7km y no llegó a 100m de Da+, en 33:20, que llegan de sobra; MR entró un par de minutos después, fresco como una lechuga (una lechuga fresca, claro).
Vamos, que fue una mañana entretenida (un poco fría, pero nada que no se pueda solventar con un buen calentamiento). El trato y la organización estuvieron bien (el único pero: que casi se pierden unos niños), el canicross y la exhibición canina le dan un punto diferente y muy chulo, y el chocolate y la bica que daban al acabar estaban de vicio. Recomendable.
Fotos: álbum de Albertinho.