Final de año. Frío y lluvia, polvorones y turrón, saturación de anuncios de juguetes y colonias, consumismo, incluso cierta hipocresía. Pero las navidades también traen algo bueno: las distintas carrerillas festivas que se celebran en ciudades como Pontevedra.
Sí, amigos. Hablamos de esas carrerillas populares en las que en mismo momento y lugar se junta de todo: gente con caretas y gorros inverosímiles, o con disfraces que dificultan la zancada, gente de toda edad (ancianos-adultos-jóvenes-niños, algunos de éstos auténticos peligros), y casi de toda condición, padres recientes empujando carricoches de bebés, flipaos que aprovechan para lograr su mejor clasificación de la temporada, equipos asiduos de otros deportes o grupos organizados cual despedida de soltero/a, etc. Ah, lo olvidaba, y también hay «atletas».
Como no hay nada de nieve, y entonces nos quedamos en casa, aprovechamos para acudir a un par de estas llamativas carrerillas.
El día 27 por la tarde-noche se celebró la Carreira das Prazas, dentro de los actos de la Fiesta HQR, que se llama así porque recorre la mayor parte de plazas del casco histórico de la ciudad. El recorrido está chulo por el entorno y por la enorme cantidad de gente que hay animando (pensemos que todavía era horario comercial y la calle estaba petada). Lo malo es que correr por la zona vieja es algo peligroso: demasiadas curvas, falta de adherencia, gente que cruza cuando no debe,… Pero bueno, JA y yo fuimos, «corrimos» lo poquito que había que correr (no llegaría a 3km), y lo pasamos bien. Por cierto, que al acabar daban un mini-bocata, chocolate, y ¡pizza! Interesados en tan insigne evento, tenéis videos a vuestra disposición.
Y unos días después, en 31 creo que caía, la tradicional San Silvestre, organizada por la SGP. La verdad es que están logrando consolidar una prueba de gran éxito, pues cada año hay más gente. El 2010 unas 1600 personas, y este año casi 2500. No está mal para una ciudad como esta.
Había tanta gente que cuando yo llegué, reconozco que con retraso (había tenido problemillas por la mañana en el monte, y comí tarde), estaban a punto de salir, y no pude encontrar a los colegas con los que había quedado: JA, MR, JC,… Aunque tampoco estuve solo, pues había muchísima gente conocida. El recorrido de 4km fue más o menos el de siempre, así que hasta la Plaza de Galicia los que salimos detrás casi no pudimoso empezar a correr. Pero da igual, lo importante era juntarnos a despedir un año más corriendo y… ¿pillar la botella de sidra?
Fotos: galería de Vidavedra.