
Era la segunda edición de esta carrera, y pese a celebrase al ladito de casa (casi en mi pueblo), la verdad es que no había oído hablar de ella. Se ve que ya no estoy en la onda. Pero un par de amiguetes me comentaron de ir con ellos y, aunque rehuyo bastante del asfalto, por compartir juntos ese rato, me anoté.
La prueba comienza en la playa de Lapamán (Bueu), en la playa playa, y termina en el centro de Marín. Y va siguiendo la línea de costa en dirección NE, hacia el interior de la ría, visitando varios pueblos y playas: Lapamán (donde podían haber puesto la salida algo más atrás para minimizar el atasco iniciaL), Loira, Aguete, Mogor y Portocelo (aunque en ésta no tuvimos que bajar a la arena). Además, el último kilómetro se metía por la Escuela Naval Militar, que fue algo simpático porque normalmente no puedes acceder al recinto, y porque así también se evitaba la última cuesta.
En cuanto a lo deportivo, poco que comentar: sólo iba a pasar la mañana con los colegas, JG y JV, y básicamente intenté ir con ellos hasta el final e ir trotando/corriendo todo el rato… porque en la parte media y trasera mucha gente caminaba en los constantes repechos. Y, aun así, sudé lo mío, porque el día estaba soleado y caluroso como pocos aquí en las Rías Baixas. Vamos, que los 11Km y 250mDa+ bajo el sol, en algo más de 1h:10min, fueron suficientes para justificar el churrasco posterior.
En resumen, esta carrerilla ha sido una sorpresa. Esperaba una «popular asfaltera al uso», y encontré varias cosas interesantes que la hacen diferente: un recorrido que combina asfalto, caminos de tierra y arenales por las playas; un perfil rompe-piernas; un paisaje muy chulo; una organización muy buena y con detalles cuidados; y un ambiente festivo. Para repetir.
