Dicen que en Galicia la lluvia es arte. Pues el pasado sábado visitamos tanto el museo donde la guardan, que hasta sufrimos el síndrome de Stendhal. Y es que me acerqué a A Coruña para salir con la gente del CC Riazor y cia. en la brevet de 300 que va hasta la Terra Chá luguesa, y justo fue el día en que el cielo no dejó de descargar.
Salir del calorcito de la furgoneta con lo que sonaba la chapa en aquel momento supuso el primer acto de voluntad. Hecho éste, el resto irían rodados (valga el chiste malo). Por eso no lo pensé mucho, puse un GoreTex, con la capucha por debajo del casco en un gesto de elegancia (pena no haber traido escarpines), luces y guardabarros trasero, y a enganchar las calas.
Como es habitual, salimos de las instalaciones de la INEF en Oleiros, en grupeta, lloviendo bastante y todavía de noche. Vamos a ritmo muy asequible, pero no voy cómodo por las circunstancias: demasiado spray de las ruedas que te preceden, algún amago de trazada y frenada rara… Así que en Pontedeume decido tirar para ir solo pero sentirme más seguro. Empezaba la primera subidilla, paralela a las preciosas Fragas do Eume, que luego se iría encadenando con otras, y nos fue llevando por la zona de Monfero, Irixoa (segundo CP, en el PK57), Xermade… En algunos tramos jarreaba agua y por el asfalto bajaban auténticas riadas. Y por momentos el firme era irregular y botoso, y se me iba saliendo el GPS del soporte. Así que en esta primer fase tocaba ir contemporizando.
La carretera se puso algo más fácil y, tras unos repechos para entrar en Vilalba, llegó la zona más rodadora, que nos llevó hasta el control de Meira (PK132), tras pasar por la que supuestamente es la recta más larga de Galicia: unos 20Km en los que apenas hai una curvilla. Seguía solo, pero en el tramo de entrada-salida a Meira me encuentro a varios participantes, pienso en esperarlos y, como la lluvia había aflojado un poco, rodar con ellos. Pero como noto que ya empiezo a ir a menos, decido tirar tranquilo dando por hecho que me cogerán en un rato, quiera yo o no.
El siguiente tramo nos llevó por Castro de Rei, Begonte, Friol y Sobrado dos Monxes (ambos CP). Aunque la zona es bonita, entre que el día no dejaba disfrutarla (a la lluvia se sumó viento racheado), que los baches obligaban a ir atento a la trazada, y que pinché atrás subiendo al punto más alto de la brevet, no disfruté mucho estas horas. En Sobrado paro en un bar a pillar un bocata y ver qué puedo hacer con la rueda. Pienso que si tengo que parar a hacer una ñapa, mejor en una estación de servicio donde haya compresor, y un compañero que conoce el recorrido (el organizador, que paró también a avituallar), me indica que en breve encontraré varias. Las hubiese o no, tengo que seguir pedaleando porque voy tan empapado y congelado, que si estoy más de 10 minutos quieto empiezo a temblar y castañetear, y me arriesgo a bloquearme y ponerme malo.

Aparecieron repechos, pero no gasolineras, y al poco… picadita también en la rueda delantera. Por suerte se tapó rápido con el líquido, y me permitió, dándole al bombín cada media hora en la trasera, ir rodando con presión bajita, chicleando un poco en las subidas y bajando con mucho cuidado de no destalonar el neumático, pero sin parar a meter cámara (bendito tubeless). Curioso, pero en este tramo por Xanceda y Ordes, me noto algo mejor. E iban quedando menos kilómetros. Así que la parte final para llegar a A Silva (PK266), subir a Cerceda, empalmar con la AC400, y bajar a Celas y callejear hasta Oleiros, me permito hacerla tirando de desarrollo.
Al final, salieron 310Km y 4800mDa+ según mi trebello, en menos de 16 horas… ¡constantemente bajo la lluvia! Parar, lo que es parar de llover del todo, ni un minuto. Ese ir empapado, y el rodar en solitario y con la incertidumbre de las ruedas, es lo que lo hizo duro. Muchas veces comento cuando hablo de raids y ultratrails con los colegas que estar días y noches enteras bajo la lluvia o similares es de lo más duro de estos deportes, y que es algo que pone a prueba cuerpos, cabezas, equipamientos, e incluso amistades. Este brevet fue un buen entreno en ese sentido.
Foto grupal tomada del Facebook de Randonneurs Galicia.